miércoles, 4 de junio de 2014

Sobre la intolerancia de los veganos



¿Por qué el veganismo es más que una opción personal? ¿Somos los veganos intolerantes?


      El presente texto nace con la intención de dar una respuesta a quienes piensan que las personas veganas son, cuando menos, desproporcionadas o extremistas en sus razonamientos y en la práctica cotidiana. Lo más probable es que a los ojos de terceros demos esta impresión. Pero... ¿por qué? Puesto que no es algo tan sencillo de comprender para quienes son ajenos a los movimientos animalistas, intentaré esclarecer algunos puntos a tener en cuenta y así arrojar un poco de luz sobre el asunto.  

Imagen extraída de www.respetoanimal.org
  El veganismo es una postura filosófica que se proyecta como una solución pragmática y ética a la situación de servidumbre a la que están sometidos los demás animales por nuestra especie. Es de tal urgencia acabar con esta injusticia, que trasciende los límites de la simple opción personal y se convierte en un deber moral. Y es por la responsabilidad tan grande que tenemos al formar parte de la especie opresora, que nos vemos con la misión de tomar medidas e intentar dar fin a prácticas que venimos arrastrando desde hace milenios: una herencia primitiva que data de cuando no teníamos la capacidad, los medios y los conocimientos para dejar de ser depredadores de las demás especies. De cuando no podíamos ser conscientes de que es posible vivir en mayor armonía con nuestro entorno. Tenemos la capacidad de decidir si salimos o no de la cima de la cadena trófica. Y hoy la evolución, por suerte, ha hecho que así sea.

     Muchas veces se intenta rebatir la información que exponemos aludiendo a la libertad que tiene cada cual de que no le sea impuesta una forma de vivir y de comer que no haya sido autodeterminada. «Me parece muy bien que seas vegana, pero respeta que yo no lo sea». ¡...Cuántas veces habremos escuchado respuestas como ésta! Puede ser que tú mismo repliques con enunciados similares cuando debates con veganos. Ahora la siguiente pregunta: ¿se puede exigir libertad para someter a otros? Piénsalo detenidamente.
Obra de Xavier Bayle, activista y artista
      Supongo que estaremos de acuerdo en que para exigir respeto antes se tiene que respetar. El mayor error de las personas que no entienden el veganismo es hacer un llamamiento a la tolerancia para que no les sea impuesta una alimentación a base de vegetales. Bien, ¿acaso es tolerable imponer unas condiciones de vida y de muerte, explotar, asesinar, inseminar o desmembrar? ¿Es tolerable que te separen de tus crías recién nacidas, que tengas fijada la hora de tu muerte, que te limiten el espacio, que te obliguen a vivir entre tus propias heces, que te hormonen, que te electrocuten, que te corten el pico o el rabo, que te arranquen los dientes, que te hiervan, que te obliguen a vivir sin oscuridad o en una jaula, que te despellejen, que no te dejen ver el sol, que te obliguen a obedecer a golpe de látigo, que te hagan llevar pesadas cargas en el lomo, que te encierren en una pecera, que tengas que ver cómo tus hermanos y compañeros son asesinados, ser la propiedad de alguien, vivir en cadena perpetua mientras roban la leche de tu bebé secuestrado, que echen productos químicos en tus ojos, que te inyecten medicamentos a la fuerza sin posibilidad alguna de escapatoria o que se diviertan a tu costa? En otras palabras: ser utilizado, ¿puede ser tolerable? Si lo necesitas, antes de responder sinceramente, tómate unos minutos para meditar sobre ello. En el caso de que tu respuesta sea afirmativa, prueba a empatizar y a verte en cualquiera de las situaciones que te he planteado. Verás que no es legítimo exigir libertad para someter, por lo que no se puede contemplar como una opción personal. Nadie puede alegar que tiene derecho a cometer acciones inmorales sin que nadie se deba entrometer, puesto que el hecho de ser intolerantes invalida toda opción de apelar a la tolerancia. Cabe decir que la única forma de intolerancia no repudiable es aquella que no tolera lo intolerable. De la misma manera que la única justificación legítima del robo es hacerlo a quien roba. Valga el ejemplo: un carterista no puede alentar a los demás a no robar carteras. De igual forma tampoco se puede quejar si le quitan la suya...
Grabado de Xavier Bayle

      El mensaje que intentamos transmitir es que es posible vivir sin hacerlo a costa de alguien. Difundir esta idea es algo urgente y prioritario si queremos hacer de éste un mundo donde no exista la más silenciada y longeva injusticia de la que hemos sido partícipes desde el principio de la historia de la humanidad: el sometimiento de los animales y su discriminación por no pertenecer a nuestra especie. 


      Espero que, si no lo has hecho antes, ahora sí comprendas por qué los veganos transmitimos la impresión de ser unos fanáticos. Decirte que la misma impresión daban quienes luchaban contra el apartheid en Sudáfrica, las mujeres que exigían el derecho a votar o los esclavos africanos que lucharon por ser libres. Todos ellos aspiraban a que se acabara con la discriminación que les brindaban por el hecho de tener una condición diferente, siendo considerados por otras personas privilegiadas que gozaban de una posición favorable seres inferiores a quienes creían tener derecho a someter.
Imagen extraída de www.forovegetariano.org
  Es muy probable que injusticias como éstas no se hubieran erradicado sin que un sector de los integrantes de la parte opresora hubiera tomado consciencia y se hubiera posicionado a favor de los intereses de la parte oprimida y de su lucha. Porque ha habido gente que, aun teniendo la misma condición que los opresores, se ha rebelado contra lo que creían inmoral e injusto. Cabe decir que las raíces de muchas de estas opresiones, en mayor o menor medida, siguen vivas y presentes en el plano político y social.

      Lo especialmente alarmante de la opresión que atañe a los demás animales es que éstos no pueden levantar la voz ni organizarse contra quienes les oprimimos, por lo que su liberación depende completamente de individuos conscientes que hagan de portavoces para que sus intereses sean difundidos y escuchados y, de esta manera, lleguen a ser comprendidos por los humanos que formamos parte activa de esta opresión, dejando así las dinámicas que la perpetúan, rompiendo el silencio y visibilizando que ellos también quieren disfrutar de su vida a su manera y en plena libertad.
      ¡No hay nada mejor que vivir sabiendo que tu existencia no implica la desgracia de nadie!