El presente texto nace con la intención de dar una respuesta a quienes piensan que las personas veganas son, cuando menos, desproporcionadas o extremistas en sus razonamientos y en la práctica cotidiana. Lo más probable es que a los ojos de terceros demos esta impresión. Pero... ¿por qué? Puesto que no es algo tan sencillo de comprender para quienes son ajenos a los movimientos animalistas, intentaré esclarecer algunos puntos a tener en cuenta y así arrojar un poco de luz sobre el asunto.
|
Muchas veces se intenta rebatir la información que exponemos aludiendo a la libertad que tiene cada cual de que no le sea impuesta una forma de vivir y de comer que no haya sido autodeterminada. «Me parece muy bien que seas vegana, pero respeta que yo no lo sea». ¡...Cuántas veces habremos escuchado respuestas como ésta! Puede ser que tú mismo repliques con enunciados similares cuando debates con veganos. Ahora la siguiente pregunta: ¿se puede exigir libertad para someter a otros? Piénsalo detenidamente.
Obra de Xavier Bayle, activista y artista |
Supongo
que estaremos de acuerdo en que para exigir respeto antes se tiene
que respetar. El mayor error de las personas que no entienden el
veganismo es hacer un llamamiento a la tolerancia para que no les sea
impuesta una alimentación a base de vegetales. Bien, ¿acaso es
tolerable imponer unas condiciones de vida y de muerte, explotar,
asesinar, inseminar o desmembrar? ¿Es tolerable que te separen de
tus crías recién nacidas, que tengas fijada la hora de tu muerte,
que te limiten el espacio, que te obliguen a vivir entre tus propias
heces, que te hormonen, que te electrocuten, que te corten el pico o
el rabo, que te arranquen los dientes, que te hiervan, que te
obliguen a vivir sin oscuridad o en una jaula, que te despellejen,
que no te dejen ver el sol, que te obliguen a obedecer a golpe de
látigo, que te hagan llevar pesadas cargas en el lomo, que te
encierren en una pecera, que tengas que ver cómo tus hermanos y
compañeros son asesinados, ser la propiedad de alguien, vivir en
cadena perpetua mientras roban la leche de tu bebé secuestrado, que
echen productos químicos en tus ojos, que te inyecten medicamentos a
la fuerza sin posibilidad alguna de escapatoria o que se diviertan a
tu costa? En otras palabras: ser utilizado, ¿puede ser tolerable? Si
lo necesitas, antes de responder sinceramente, tómate unos minutos
para meditar sobre ello. En el caso de que tu respuesta sea
afirmativa, prueba a empatizar y a verte en cualquiera de las
situaciones que te he planteado. Verás que no es legítimo exigir
libertad para someter, por lo que no se puede contemplar como una
opción personal. Nadie puede alegar que tiene derecho a cometer
acciones inmorales sin que nadie se deba entrometer, puesto que el
hecho de ser intolerantes invalida toda opción de apelar a la
tolerancia. Cabe decir que la única forma de intolerancia no
repudiable es aquella que no tolera lo intolerable. De la misma
manera que la única justificación legítima del robo es hacerlo a
quien roba. Valga el ejemplo: un carterista no puede alentar a los
demás a no robar carteras. De igual forma tampoco se puede quejar si
le quitan la suya...
Grabado de Xavier Bayle |
El mensaje que intentamos transmitir es que es posible vivir sin hacerlo a costa de alguien. Difundir esta idea es algo urgente y prioritario si queremos hacer de éste un mundo donde no exista la más silenciada y longeva injusticia de la que hemos sido partícipes desde el principio de la historia de la humanidad: el sometimiento de los animales y su discriminación por no pertenecer a nuestra especie.
Espero
que, si no lo has hecho antes, ahora sí comprendas por qué los
veganos transmitimos la impresión de ser unos fanáticos. Decirte
que la misma impresión daban quienes luchaban contra el apartheid en
Sudáfrica, las mujeres que exigían el derecho a votar o los
esclavos africanos que lucharon por ser libres. Todos ellos aspiraban
a que se acabara con la discriminación que les brindaban por el
hecho de tener una condición diferente, siendo considerados por
otras personas privilegiadas que gozaban de una posición favorable
seres inferiores a quienes creían tener derecho a someter.
Imagen extraída de www.forovegetariano.org |
Lo especialmente alarmante de la opresión que atañe a los demás animales es que éstos no pueden levantar la voz ni organizarse contra quienes les oprimimos, por lo que su liberación depende completamente de individuos conscientes que hagan de portavoces para que sus intereses sean difundidos y escuchados y, de esta manera, lleguen a ser comprendidos por los humanos que formamos parte activa de esta opresión, dejando así las dinámicas que la perpetúan, rompiendo el silencio y visibilizando que ellos también quieren disfrutar de su vida a su manera y en plena libertad.
¡No hay nada mejor que vivir sabiendo que tu existencia no implica la desgracia de nadie!